Al mal tiempo buena cara.
Se viene otra vez la lluvia y para los que hablan de temporadas malas y buenas, que pasará esto o aquello, que si que no, sepan que la naturaleza sabe recuperar y brillar.
Esta segunda mitad de 2012 está lloviendo de lo lindo en Cataluña [en Montevideo también (!)] y los bolets están la mar de contentos.
¡Bolets!
Así se le dice por estos lares -al menos Catalunia y Francia- a los "honguitos con forma de casita" o setas, como los champignons. Es el nombre vernacular (nativo, vulgar, común).
Me encanta la palabra bolet. No así los bolets, aunque las historias que los rodean son grandiosas, tan enormes como algunas colonias de hongos. Estos seres casi místicos, son símbolo de un Reino específico de la vida (si si, un sólo para ellos, como las plantas y los animales) y se agrupan en un sinnúmero de especies que se encuentran por ahi nomás, en las montañas.
Su nombre viene de boletaceae, una familia de "fungis" con propiedades y características de película (todos hemos visto honguitos, al menos en caricatura).
Cada phylum de fungi tiene características particulares y complejas. Una manera de clasificarlos es su forma de reproducción, algo que nos determina a todos, pero en el caso de los hongos es fundamental si se los quiere cultivar. Otra es su aspecto, sumado a los cambios que sufren al ser cortados, algo prioritario si se los quiere consumir. Este último punto, es lo que me produce quizás más admiración, ya que se puede encontrar mucha información en libros y en la propia web sobre esto, pero se necesitan un entrenamiento y una seguridad de campo absoluta, para animarse a recolectarlos y comerlos, o incluso venderlos, como veo que los hacen aquí en restaurantes y ferias de Barcelona.
En Cataluña existe un programa de televisón que se llama "Cazadores de Bolets". Al verlo no me daban los ojos para evidenciar los conocimientos adquirirdos de generación en generación, que permitían a los expertos diferenciar los comestibles de los que no, porque claro, casi todos de una manera u otra sabemos que algunos hongos son extremandamente venenosos.
En estos lares es común conocer a alguien que un día te lleva a recolectar -o al menos ver cómo lo hace- honguitos por la montaña. Y es que está lleno de montañas húmedas, escondidas del sol y la sequedad, rodeadas de vegetación fluorescente de rocío y tierra fértil.
Como algunos ejemplares son alucinógeneos, puede uno toparse también con alguien que haya ido en busca de unos bocados para conectarse con "el más allá" o su ser interior (claro que esto en la tv no lo vi..).
Encontré con diversas páginas web, programas y guias sobre bolets que pretender orientar a los corajudos cazadores. Incluso existe un aplicación para iphone, ibolets!
Hongos que colonizan espacios vacíos y comienzan un proceso de invasión del suelos vírgenes que termina en un bosque.. maravillosos hongos. Misteriosos, hábiles y traicioneros.
Encantador, comprobar que un Reino en buena parte invisible puede mantener y hasta fortalcer la hilaza que nos une con lo primordial: la tierra y la vida en su expresión pura y bipolar.
Mi propia caza de bolets es parte de mi caza diaria: imágenes y diseños que ilustren conocimiento generado por la indagación, la observación y experimentación. Esta vez cazando bolets tuve la fortuna de dar con una exposición -también online- sobre hongos del Uruguay.
Expositor Alejandro Sequeira
Fue una sopresa encontrar esta expo virtual; me gratifica ver cómo aumenta la divulgación del conocimiento y la ciencia en mi país, se contagia el amor y la fascinación por la ciencia y arte que la incluye. Sigo coleccionando frutos de caza, más ejemplos de ciencia y arte, arte científico, arte de ciencia o como gusten..
Reflexiones atómicas desde el imaginario bolet
La vida en su expresión más pura continúa siendo una fuente de inspiración para la acción, la veneración y valoración de los recursos y sucesos espontáneos que nos rodean, como la aparición de alimentos sin esfuerzo ni intervención alguna. Sólo tenemos que aprender a aprovecharlos sin que desaparezcan. Parece tan simple y en muchos casos, como con los hongos comestibles, es simple. Aun así, no termina de calar en varias cabecitas. Ocurre como con otras especies -animales, vegetales, fúnguicas, protozoarias o bacterianas- que el inescapable instinto por vivir también favorece el oportunismo, el individualismo, la explotación irracional..
Si pudiéramos convercernos de que la cooperación es más efectiva; si pudiéramos adecuar las tecnologías y la gestión de los recursos a cada situación y lugar. De alguna manera, retornar..
Fuentes y enlaces relacionados
Español/Catalán
Wikibolet
Bolets.com
Inglés
Wisc_Online
Tree of life web project
Fungal Network of New Zealand
Nature watch NZ
