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11/12/13

Comunicación de la ciencia o comunicación científica: Qué es, qué no es y porqué.

Hay mucha literatura sobre la importancia de comunicar la ciencia (ver por ejemplo este artículo, o éstos, o éstos) De todos modos, vale la pena reflexionar sobre qué significa o qué abarca esta tarea.
Para ello un buen comienzo es considerar qué es la ciencia, un concepto que varía de persona a persona, incluso entre los propios científicos.

La ciencia en sí misma puede verse como una actividad humana: una parte de la civilización, la evolución y la cultura humanas. Puede verse como "lo que hacen los científicos" o "el conjunto de conocimientos generados por el mundo científico", y de otras muchas maneras. Varía la forma para definir la ciencia o idearla, mientras que por ejemplo, una sola palabra podría decirnos cómo se está viendo la ciencia en el conjunto de la sociedad.

Aquí dejo mi propia definición, la más simple que he encontrado frente la circunstancia de tener que describir qué es lo que quiero comunicar o enseñar: "una forma de conocer el mundo, lo más objetiva y rigurosa posible".

Sea como sea que veamos a la ciencia, ella está en todas partes. Ya no le podemos escapar. Si tomamos medicamentos, si vemos televisión o compramos productos envasados, estamos consumiéndola, somos usuarios y beneficiarios, y también somos víctimas. Esto a nivel individual. ¿Y a nivel colectivo? Grandes leyes regulan de la actividad científico-tecnológica, grandes emprendimientos industriales, agronómicos y farmacéuticos nos afectan como país, como sociedad y eventualmente, también como individuos. No podemos ser ajenos a ella.

Entonces ¿porqué comunicarla?
Por esto mismo. Está en todas partes y es importante, porque condiciona nuestras vidas. Porque hoy ciencia, tecnología e innovación, son palabras que aparecen hasta en la sopa y tenemos que saber de qué se tratan. Aun más allá del derecho y el deber de saber y entender sobre ciencia, estamos frente a una forma de conocer el mundo que justamente, nos brinda eso, el conocer lo que nos rodea de una forma increíble, más mágica que la magia, porque es casi verdadera y fascina como si fuera algo irreal.

Ciencia es descubrimiento, compresión, conocimiento y comunicación, pues cuanto más sabemos, más y mejor nos podemos comunicar.

¿Qué es y qué no es comunicación científica?
Como cualquier acto comunicativo, comunicar ciencia depende del tipo de público, o al menos así debería ser. Por lo tanto, qué es y qué no varía en cierta medida por el público objetivo. Igual, existe parámetros generales.

Comunicar ciencia no es simplemente informar sobre un hecho científico. No es colocar datos en una nota, contar un hecho y nada más. Es o debería ser comunicar conocimiento basado en evidencias, informando sobre la novedad, logrando que sea entendible y que se pueda relacionar con el conjunto de conocimientos anteriores. Quizás para ello sea necesario una introducción donde se repasen conceptos previos, o aclarar términos necesarios, enlazar a otras publicaciones o autores, añadir anécdotas, recordatorios.

Se trata de que los distintos tipos de público reaccionen; aprendan, se maravillen, se informen y para mí, ante todo que reflexionen.

Comunicar implica una ida y vuelta, una reacción del receptor ante el comunicado. Sin embargo, vivimos la paradoja de que todo comunica y a la vez muchas cosas comunican muy poco.
¿Cuántas cosas se dicen, se escriben, se exhiben, que provocan nada? ¿Cuántas cosas comunican lo mismo y de la misma manera, logrando nada o peor, logrando descreimiento, desinterés,
desconfianza, miedos y hasta malos entendidos?

En ciencia esto sucede mucho. Por eso, y porque es la base de nuestra existencia, necesitamos más ciencia y más y mejor comunicación.


25/10/13

Los colores del espacio

¿Hay color en el espacio? Es una pregunta difícil de responder. Aunque claro, todos hemos visto fotografías de estrellas, galaxias y supernovas plagadas de tonalidades brillantes. Sin embargo, las apariencias engañan. Los colores que vemos en ellas, uno por uno, no son reales, son recreados mediante un tratamiento sobre las imágenes fotográficas originales, en tono gris.

"Pequeño planeta" Img source, fuente: NASA.


Sucede que las cámaras especiales que captan el espacio exterior, utilizan filtros que registran sólo un color por vez. Aunque parezca contradictorio, esto les permite registrar más información. Al captar un color por vez, la resolución es mejor, mostrando detalles que de otra manera se perderían. Todo sea por la investigación.

Lo cierto es que podemos captar los colores que emite el universo. Esto es genial y maravilloso, porque además de obtener muchísima información, se pueden producir imágenes increíbles que son casi ciertas. En general, las imágenes que se divulgan a nivel científico, entre pares, son grises. Otras veces son en color, cuando éste tiene un significado útil, es decir, cuando la emisión de un determinado haz de luz indica por ejemplo, temperatura, densidad de una nube de gas, cantidad de determinados átomos, distancia, movimiento.

Veo veo.
El resultado estético que vemos en revistas y libros de divulgación general, es la combinación de al menos 3 imágenes grises que hayan captado, cada una, uno de los 3 colores básicos del sistema RGB: rojo, verde y azul. Con estos 3 colores y este sistema, se pueden formar todos los demás, como sucede en la pantalla del televisor o la computadora. Lo bueno es que aunque los colores que vemos del espacio sean "falsos", están creados sobre la información original de cada foto, mostrando así un panorama que se acerca a la realidad.

Deleite visual
Para conocer el espacio y la tierra desde él, hoy basta con entrar a internet. La NASA retomó, luego del cierre temporal del gobierno de Estados Unidos, uno de sus tantos servicios online de calidad: "La Imagen Astronómica del día". Como alternativa, tenemos el sitio de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés) que tiene un archivo de imágenes alucinantes, hasta delirantes, de la tierra desde el espacio. Algunas parecen obras de arte.

La página oficial donde buscar la colección se llama Observando la Tierra, Observing the Earth en inglés, y nos presenta una serie que no tiene desperdicio. Además, a cada imagen la acompaña una descripción básica, donde se destacan zonas a observar y aspectos de la fotografía.

"Montañas de hambre". Img source, fuente: ESA.

Un ejemplo cautivante es una fotografía del desierto más antiguo del mundo, el Namib. En la imagen (más abajo), se puede ver el Río Tsauchab, que interrumpe las dunas rojas y está la mayor parte del año seco. Sobre el río pasa una larga carretera que se ve como una línea bastante recta sobre su borde inferior. El color blanco del río indica depósitos de sal y los puntitos negros la poca vegetación que se puede encontrar. La foto se llama Duna 45, porque allí es donde suelen aparcar los turistas, que llegan al estacionamiento por la línea blanca que se puede detectar hacia centro inferior de la imagen, que va desde la carretera a la duna.

Dune 45 . Img source, fuente: ESA.

Por si las imágenes, paisajes y obras de arte naturales fueran poco, la ESA provee el enlace a una serie de videos sobre algunas de las fotos, donde se relatan los textos (también en inglés) y se señalan mejor los detalles. Mejor, difícil.

9/10/13

Ciencia y cocina. ¡Por supuesto!


La cita es este jueves 10/10 a las 17:00 h en el salón Dorado de la Intendencia de Montevideo.


Invitación a la presentación del libro.

Una nueva jornada de divulgación científica nos convoca, justo en la semana del libro. Claro, se trata del lanzamiento de un nuevo ejemplar de la colección ciencia que ladra, una serie grandiosa de libros donde el conocimiento científico es el denominador común de un sinfín de historias.

Cada libro de la colección nos sumerge en mundos reales, no tan escondidos, desde la biología y la psicología de los animales domésticos, los remedios de las abuelas, los secretos de los colores, nuestra vista, la astronomía a la vuelta de la azotea, un sinfín de juegos y desafíos matemáticos, hasta las aventuras de museo de la mano de los autores que rodearon la teoría de la evolución, o todo sobre el famoso ADN y los genes.

Ésta vez, una vez más, le toca a la cocina. Y qué excusa mejor para atraer al público que indagar en la ciencia de la gastronomía, un mundo vasto que nos atañe a todos. ¿Qué ocurre cuando freímos los alimentos, cuando mezclamos harina con levadura o con royal? ¿De dónde salen nuestros aromas preferidos? ¿Cómo podemos modificar, ingrediente por ingrediente, batida por batida, el resultado final de nuestras obras culinarias?

Las respuestas están en lo que suele llamarse cocina molecular, es decir, según Mariana Koppmann, autora del nuevo libro "Manual de cocina molecular", en la "exploración de todos los procesos físico-químicos que ocurren cuando procesamos los alimentos". Todos podemos hacer cocina molecular, porque el conocimiento detrás de cada paso en la cocina, está a nuestro alcance, para así, poder mejorar cada plato.


                      Foto tomada en Buenos Aires, Argentina, donde nace y se reproduce la colección "ciencia que ladra". 

Enlaces
Asociación Argentina de Gastronomía Molecular (blog donde escribe la autora).



Ciencia y cocina. ¡Por supuesto!


La cita es éste jueves 10/10 a las 17:00 hrs., en el salón Dorado de la Intendencia de Montevideo.


Invitación a la presentación del libro.

Una nueva jornada de divulgación científica nos convoca, justo en la semana del libro. Claro, se trata del lanzamiento de un nuevo ejemplar de la colección ciencia que ladra, una serie grandiosa de libros donde el conocimiento científico es el denominador común de un sinfín de historias.

Cada libro de la colección nos sumerge en mundos reales, no tan escondidos, desde la biología y psicología de los animales domésticos, los remedios de las abuelas, los secretos de los colores, nuestra vista, la astronomía a la vuelta de la azotea, un sinfín de juegos y desafíos matemáticos, hasta las aventuras de museo de la mano de los autores que rodearon la teoría de la evolución o todo sobre el famoso ADN y los genes.

Ésta vez, una vez más, le toca a la cocina. Qué excusa mejor para atraer al público que indagar en la ciencia de la gastronomía, un mundo vasto que nos atañe a todos. ¿Qué ocurre cuando freímos los alimentos, cuando mezclamos harina con levadura o con royal? ¿De dónde salen nuestros aromas preferidos? ¿Cómo podemos modificar, ingrediente por ingrediente, batida por batida, el resultado final de nuestras obras culinarias?

Las respuestas están en lo que suele llamarse cocina molecular, es decir, según Mariana Koppmann, autora del nuevo libro "Manual de cocina molecular", en la "exploración de todos los procesos físico-químicos que ocurren cuando procesamos los alimentos". Todos podemos hacer cocina molecular, porque el conocimiento detrás de cada paso en la cocina, está a nuestro alcance, para así, poder mejorar cada plato.


                      Foto tomada en Buenos Aires, Argentina, donde nace y se reproduce la colección "ciencia que ladra". 

Enlaces
Asociación Argentina de Gastronomía Molecular (blog donde escribe la autora).



8/7/13

Abracemos la lechuza interna.

¡Es mañana!
La primera muestra anual de la Facultad de Ciencias, en Montevideo, del 8 al 12 de julio de 2013.

Mañana comienza Latitud Ciencias, una gran oportunidad para conocer a los investigadores de nuestro paisito, saber qué hacen, y, con un poco de "cabeza abierta", comprender por qué es tan importante su labor.  Pero ante todo: la semana que viene en Montevideo tendremos la oportunidad de disfrutar del conocimiento compartido, acercarnos al mundo de la ciencia y vivir la cultura científica, una parte más y cada vez más fundamental de la cultura.

Aprovechemos. Podemos hacer "click" y dejar de vivir por un instante, por unas horas o días, como ciudadanos ajenos y casi ciegos a la cantidad enorme y maravillosa de conocimiento que hay detrás de cada objeto, cada fenómeno que moldea nuestras vidas. Aprovechemos para deleitarnos conociendo, comprendiendo y compartiendo el saber. Aprovechemos a agudizar la visión. Abracemos la lechuza interna.

Nuevos organismos, nuevas propiedades y fenómenos, nuevas razones; nuevas formas de ver y razonar = nuevas formas de sentir, de vivir.

Aqui el cronograma





8/5/13

Evo Beats. Beatles, física y biología

Ernesto Blanco es un profesor, investigador y divulgador de la ciencia que sigo desde siempre. Desde que era su alumna, siento admiración sobre todo por su coraje. No tiene reparos en mezclar todo tipo de disciplinas sin razón aparente, para luego demostrar que todo está unido; el orden viene del caos primigenio... nosotros le quitamos energía al sol para ordenarnos, para mantenernos vivos. Y mantener el caos a raya.

Siempre recuerdo cómo brindamos con una damajuana de vino tinto la última clase de física del primer año de la licenciatura en biología (no sé cómo consiguió un permiso...). Alzó su copa por la ciencia y sus mejores amigas: la duda y el misterio. Luego, en varias de sus presentaciones le dedicó más de un poema a la duda, mientras citó a uno de sus autores favoritos, el genio Richard Feynman.

Ernesto es de los pocos científicos en Uruguay que dedica tiempo y mucho esfuerzo en el acto de comunicar los conocimientos científicos al gran público. Y hay algo más importante: ante todo logra transmitir  la fascinación que produce el conocer el mundo en que vivimos de ésa manera, mediante la investigación, la indagación, los experimentos, la ciencia de nuestro mundo. Y definitivamente nos saca de la rutina con cada presentación.

En realidad, todos llevamos la curiosidad dentro y podríamos gozar del conocimiento, creo que sólo debe despertar la emoción "dormida"...

La última charla a la que acudí de Ernesto, fue a primera y casi única charla de divulgación real que encontré en lo que va de 2013, fuera de la "semana de la ciencia". Fui porque realmente, el enfoque sonaba novedoso y único: Los Beatles y la ciencia: Física, biología, psicología y música. Era la última presentación -casi, ahora la podremos ver en Latitud Ciencias- de "Beatlemanía Científica". Fue la instancia final de un ciclo apoyado por la administración nacional de educación pública. Otra iniciativa de tantas, que no se sabe cómo pasan desapercibidas.

Uno de los afiches del ciclo

Este evento se organizó en la facultad de psicología y para mi sorpresa, hubo más psicología, biología y música (¡Los propios científicos tocaban los temas en vivo!) que física, la especialidad de Blanco, aunque hace muchos años sus investigaciones cruzan las disciplinas. De hecho, Ernesto y colaboradores forman parte de un núcleo de investigación interdisciplinario en el Espacio Interdisciplinario de la UDELAR. Valientes, en todos los aspectos.

Y eso fue lo que le dije después de escuchar cómo interpretaba y cantaba temas de los Beatles, relacionados al contenido de la conferencia y sus investigaciones. ¡Valiente! Nos contó sus visiones, lecturas e hipótesis sobre el comportamiento humano, la importancia de la música, la necesidad de expresarnos a través de ritmo y sonido, los orígenes del lenguaje y la comunicación.

Gracias Ernesto por tanto ejemplo, por tanta energía y desorden. ¡Por muchos ciclos más!

Y añado: Felicitaciones a sus colegas.




Enlaces
Podcast sobre la beatlemanía






9/4/13

Más palabras, más ciencia, y la primera ola del mar :)

Si!
Volvió "ciencia en una palabra". Una experiencia humilde y valiosa, un conjunto de palabras asociadas con ciencia, que ésta vez salieron del horno en las clases de una carrera muy especial.

Jóvenes y no tan jóvenes del Uruguay, se preparan para obtener un título y permisos de embarcación y así poder dedicarse en cuerpo y alma a lo que, "los viejos" repiten, es toda una vocación: salir al mar.

Embarcarse a estudiar no es fácil para ellos. La mayor parte ya están inmersos en la dinámica de la náutica y la pesca, que implica ausentarse días y hasta meses de la tierra.Y además, el centro de estudios es un verdadero desafío.
Desde Barcelona pero en avión, volví al paisito y terminé "eligiendo" grupos para dar clases de biología en la Escuela Marítima del CETP (Consejo Técnico de Educación Profesional - UTU). Una institución con grandes carencias materiales y humanas, bandos contrapuestos al extremo, dejadez generalizada, quejas como norma...
...pronto y con suerte apareció un rinconcito de luz, luego varios focos y un grupo de gente que apuesta por cambiar y mejorar a costa propia, a puro remo.

Alumnos de entre 19 y 49, asociaron las siguientes palabras con la palabra ciencia:

conocimiento (2)
tecnología
estudio (2)
lamparita
"dolor de cabeza"
Einstein
inventos
descubrimiento
"yo"
vida
célula
naturaleza
creación
Uno definió ciencia como "el paso hacia el descubrimiento", una aventura. Él es buzo profesional.

Pocos alumnos, pocas palabras, sin embargo va surgiendo una tendencia, van aumentando el número de palabras repetidas. Parece que la respuesta automática genera asociaciones "limitadas".

Lo que parece ilimitado, es el océano y la pasión que despierta en unos cuantos seres humanos. Uno de ellos marcó mi vida y reapareció en la biblioteca clausurada de la Escuela. Estaba buscando material para mostrarles a mis alumnos y la descubrí gracias a un profesor dispuesto, entre otros rincones abandonados de la institución.
Luego de unos minutos encontré una enciclopedia azul, la enciclopedia Cousteau, que me regaló sonrisas, fascinación y horas de lectura en aislamiento feliz. Además hoy me emocionó, al leer la introducción en el primero de 10 tomos, donde Jaques resume toda su pasión, la pasión:


La primera hola del mar


"Todavía vacilante, el niño titubea sobre la playa; se dirige absorto hacia el mar que ve por primera vez. Sorprendido, se para de repente: la primera ola del mar viene a romper a sus pies en un susurro. Sus ojos se fijan a los lejos, grandes, abiertos sobre todo lo que oculta el horizonte. Esta revelación de infinito la he leído en la mirada perdida mis hijos; yo la he experimentado también también, y ella ha motivado mi vida sin saberlo. La primera ola de mar detiene la carrera del niño  al tiempo que lo transporta lejos. El agua de la que él está hecho, el agua delicada en la que ha vividos sus primeros meses está ante él, inmensa, cariñosa y amenazante a la vez. 
Jamás he olvidado la lección de humildad y orgullo. Casi sin pensarlo me he lanzado  al la vida consagrada a conocer mejor el mar. Mi orgullo lo he volcado en un amor insensato a la vida, en una curiosidad insaciable, en los juegos apasionantes del descubrimiento, en mi total inconsciencia de lo imposible. La humildad la experimento con terror ante los horizontes que se alejan sin cesar a nuestro avance y ante la soledad de nuestra especie en el universo. Los compañeros que han compartido las aventuras de las primeras inmersiones autónomas, los cruceros del Calypso y las  luchas para proteger el mar y las aguas e nuestro frágil planeta han experimentado los mismos entusiasmos y las mismas dudas. 
Hemos aprendido juntos que las realidades del océano, del universo y de la vida eran una fuente infinita de asombro, y que los mitos o la ficción solo desviaban esta admiración hacia fuentes muchos menos extraordinarias. Hemos vivido riesgos casi siempre inherentes a la inmersión, pero muy raras veces debido a las fieras del océano.  Hemos constatado que las motivaciones de los animales marinos eran exactamente las mismas que las de las criaturas que viven en las junglas terrestres, lo que confirma la unidad de la vida. Nuestra ruta ha estado jalonada de invenciones o innovaciones, como la inmersión, los submarinos de exploración y de intervención, las islas artificiales, la inmersión industrial profunda, la utilización de satélites en oceanografía.
En la mayoría de mis cincuenta expediciones por todos los mares del mundo han participado científicos que enriquecía con sus conocimientos y métodos nuestros descubrimientos. Es, en cierto modo, el balance de casi medio siglo de esta extraordinaria colaboración entre exploradores y científicos los que tengo el honor de presentar. Os invito a que os iniciéis con ellos en los secretos del mundo de los océanos.
Para comprender los lazos que nos unen a todos los seres vivos y mejor juzgar el milagro de nuestra propia vida, dejad romper sobre vosotros la primera ola del mar."



Jacques Yves Costeau Fuente


Gracias Jaques (!!!) y gracias a la vida, por reencontrarme con este gran ejemplo humano y gran ejemplar de divulgación científica de primera calidad. Viejo pero vale (!!) y mucho.

Y volviendo con las palabras asociadas con ciencia.. Einstein es una que se repite, hasta ahora el único nombre asociado al instante. Da para pensar. Costeau bien podría ser otro "nombre". Menudo legado nos dejó.
Tenemos mucho por hacer en materia de divulgación científica, rescatar a la ciencia como parte indispensable de la cultura.



6/4/13

Diferencias entre periodismo de ciencia y buena divulgación científica


¿Crisis?

Dicen que el periodismo está en crisis. Las causas se suman hace años y abundan las notas sobre una realidad que tiene implicaciones culturales difíciles de imaginar. Falta de credibilidad en los medios, nuevas estrategias de venta que aumentan la noticia automática, la avidez y ansiedad de consumo de información, aunque sea superficial. Hay quienes se atreven a sugerir algunas consecuencias, como la pérdida de perspectiva en las noticias científicas (con lo que concuerdo).

Hoy nos rodea la abundancia e incluso el exceso de información, situación debida, en parte, a los cambios que los nuevos medios de comunicación producen en cuanto a su producción y consumo.
Tanta novedad y rapidez y tanta cantidad de información, han generado otra gran consecuencia: la desconfianza de la población.
Ya casi no se cree en nada ni en nadie. Ya no se sabe qué opinar. Es cada vez más difícil formar una opinión fundamentada sobre un tema controvertido. Con tantas fuentes uno primero, no sabe dónde buscar información o en cuál confiar, y segundo, entre tal cantidad de versiones "superficiales" faltan pruebas o se contradicen los datos.

Claro que la solución no es reducir ni las fuentes, ni la información disponible. Todo esto está ligado a cuestiones de mercado, donde la tecnología avanza mucho más rápido que la sociedad. Los medios de información son víctimas del las reglas que rigen el comercio tecnológico,, aunque también es clara y hasta lógica o inevitable, la apuesta mercantil de estos medios. Sin embargo, información y comunicación no son lo mismo. Y a la hora de brindar información también se realizan apuestas que pueden marcar la diferencia.


El artículo (lamento que por ahora sólo está en portugués) trata sobre la relación entre la investigación e innovación científicas y la educación en ciencias; la formación de profesores, la vinculación entre academia y el conjunto de la sociedad y por ende, la posibilidad real de que los avances científicos logren al menos minimizar las desigualdades económicas. 

"..o tema obrigatoriamente nos remete a questões educacionais, que em última instância são o suporte para os sistemas científicos e tecnológicos (C&T) de qualquer país. Ou seja, a um bom sistema de C&T deverá anteceder um bom sistema de educação superior, que, por sua vez, deverá ser antecedido de um bom sistema de educação básica."

Al leer ambas notas que utilizan el mismo hecho para contar algo, la diferencia es clara y da para reflexionar los por qué de las crisis del periodismo. ¿O no?

Ambas relatan el encuentro que tuvo lugar entre las academias de ciencias del mundo, entre el 24 y el 26 de febrero de 2013, en Rio de Janeiro. Fue en la VII conferencia de la Red Global de Academias de Ciencias (IAP), cuyo lema este año, ambiciosamente dijo: "ciencia para la erradicación de la pobreza y el desarrolllo sustentable". 

La ciencia se relaciona de muchas formas con el desarrollo sustentable y la disminución, jamás diría errradicación, de la pobreza. Es rápido asociarla con productos médicos, tecnológicos, industriales, que mejoran la calidad de vida y podrían mitigar la insostenibilidad del sistema en que vivimos. Sin embargo, para que ambas cosas puedan prosperar a nivel global, lo central es el cómo. ¿Es esto lo que se discutió en la reunión?

Sería bueno saber qué se discute realmente, qué se logró, qué se logra en este tipo de reuniones.  Porqué son importantes. En las notas que tomo como ejemplos, casi sólo se destacan frases sobre qué hay que hacer, qué sucederá supuestamente si se hacen estas cosas y por ejemplo, en la primera, se destaca una proposición en el propio título: crear un comité científico para acabar con la pobreza (lo bueno de la nota es que incluye una declaración sobre la falta de sentido de la proposición:

"Ya tenemos muchas organizaciones para enfrentar los problemas principales, como la seguridad alimentaria, pobreza, agua y energía", dijo* a SciDev.Net. "No es una cuestión de establecer una nueva organización, sino de tener resultados más sólidos y completos en todas las existentes".

*Sherien Elagroudy, profesora asistente de ingeniería ambiental en la Universidad de Ain Shams, Egipto, y miembro de Global Young Academy (una red mundial de científicos jóvenes.

Hay poca información sobre los logros reales de estos encuentros académicos. Poca información sobre qué hacen puntualmente las propias academias. Un ejemplo no muy bueno está en este resumen, sobre la importancia y el rol social de las academias de ciencia. Allí vemos que las academias "emiten opinión científica y asesoran sobre algunos temas controvertidos en ciencia.. ".
Un (otro) material informativo que relata intenciones, acuerdos o hechos abstractos sin fuentes reales, sin establecer cómo se realizaron ni cómo se van a cumplir las intenciones. Reportes que se asemejan a los de las cumbres sobre el cambio climático o la sustentabilidad..
Buscando un poco más, podemos encontrarnos con uno mejor, desde la propia Red de Academias de Ciencias (en inglés) "Conducta de investigación responsable"..

Con o sin crisis, desde los medios más tradicionales hasta los twitts y los blogs personales, además de brindar información, es bueno y necesario trascender la noticia, incluir fuentes y algún punto de novedad u opinión real, fundamentada.
¡Ojo! Esto tampoco garantiza la fiabilidad de estos medios..

Puede que incluir varias opiniones y fuentes complique aun más la credibilidad de un titular o los resultados de una investigación, como cuando además de contener errores, al artículo le sigue una serie de comentarios de lectores que opinan, brindan más datos y se defienden posturas contrarias (como ingrediente selecto, el título del artículo de este enlace es más que provocativo: "Los que escriben en contra de los organismos genéticamente modificados muestran profunda ignorancia de nociones básicas de biología y ahora Jane Goodal se sumó a sus filas").
¿A quién creele?

Aun así, hay algo que es seguro: comunicar, es decir, generar una reacción frente a datos concretos y sustanciosos, sumado a brindar fuentes y espacios de intercambio, abre la posibilidad del cuestionamiento.

Sólo desde la duda y la confrontación de ideas podemos crear, descubrir y aportar mejoras, en el ámbito de la comunicación científica y en todo espacio de comunicación que se digne de tal.



Fuentes
Articulo 1 sobre el encuentro anual de academistas de ciencias
http://www.scidev.net/es/science-and-innovation-policy/science-networks/news/brasil-propone-comit-cient-fico-global-contra-pobreza-.html
Otra nota similar en un portal Uruguayo 

Artículo 2 sobre educación y avance de la ciencia para erradizar la pobreza
http://cienciahoje.uol.com.br/colunas/do-laboratorio-para-a-fabrica/ciencia-para-a-erradicacao-da-pobreza

Crisis del periodsimo en plena era de internet
Journalism many crises

Ejemplo de un artículo controvertido sobre los organismos genéticamente modificados donde abunda la información, y los comentarios contradictorios.

Mas sobre la crisis del periodismo
1. http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/25/comunicacion/1356453743.html
2. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/12/13/actualidad/1355414252_725575.html
3. http://www.scidev.net/es/science-communication/science-journalism/editorials/comunicados-de-prensa-pueden-hacer-perder-la-perspectiva.html

5/3/13

arte, ciencia, comunicación e investigación: más sobre el arte como medio de comunicación científica

Hace unos cuantos días ya, leí un artículo en inglés, de esos que me levantan el ánimo y me dan esperanzas. Trata sobre la necesidad de evaluar la efectividad del arte como herramienta de comunicación científica.
"Necesito su ayuda" titulaba el autor, alguien que también me soprende hace un par de meses por los temas que toca en sus publicaciones. Matt Shipman es otro freelancer que se la juega bastante. Me gusta. Recomiendo seguirlo en G+.

"Art as a science communication tool. I need your help"
Es buena la idea del artículo, dar un puntapié, un llamado al coraje colectivo para encontrar o producir investigaciones que comprueben la efectividad del arte para comunicar conocimientos científicos. De todas formas, después de leerlo, incluidos los valiosos comentarios, una vez más me pregunté: ¿Es necesario probar con números o respuestas de encuesta, el potencial del arte como medio de comunciación?

Ok. siempre es bueno contar con respaldo teórico para opinar y más aun para fundamentar la utilidad de un recurso, de una práctica o aproximación metodológica; mientras, creo que sería interesante recoger opiniones sobre el tema, si necesitamos análisis de datos o no, para fundamentar que las obras de teatro, las fotografías, las poesías, performances, instalaciones, etc., producen un impacto emocional. Y si necesitamos probar que este impacto, al menos, despierta la percepción y la curiosidad del público.

La comunicación a través de expresiones artítiscas puede incluso mejorar la compresión de un fenómeno, abrir las puertas hacia la búsqueda personal, ¡producir goce! Para mi es evidente que la fusión arte-ciencia suma. El arte científico, o la ciencia a través del arte, son mi  interés número uno en cuanto a comunicación científica. Igual y por eso, ok Matt. estoy contigo. El mundo y la ciencia funcionan con datos, con experiencias y recogida de resultados. Sean opiniones, números o productos.

Matt cita dos papers sobre el tema en su artículo. Uno es del año pasado ¡Aunque la experiencia se realizó en el 2003! Trata de un encuentro de ecólogos donde se realizaron muchas actividades artísticas que comunicaban varios hechos e investigaciones que serían tratadas en el congreso. Y los ecólogos y estudiantes de ecología en su mayoría, debían opinar si les parecía útil o no y si usarían este tipo de estrategia para comunicar la ciencia, su ciencia.
El otro es un análisis de obras realizadas sobre la interacción entre investigadores y artistas, algo que cada vez sucede y se promueve más en ambos mundos, artístico y científico. Este tipo de encare no es nuevo y podemos leer bastante sobre él. Algunos ejemplos se desarrollan incluso en el ámbito educativo.

Aquí va una lista por si a algún visitante ocasional le interesa la lectura:

Sin duda el movimiento sciart no es nuevo, ya que en Inglaterra evaluaron 10 años de soporte a proyectos de intersección entre científicos y artistas:
 "Insight and Exchange: An evaluation of the Wellcome Trust’s Sciart programme 2009" Y además de evaluar, se brinda mucha información sobre el proceso y se establecen sugerencias.

Un experiencia muy interesante en el ámbito educativo
"Integrating Art and Science in Undergraduate Education"
Me gustó mucho el análisis de los autores sobre el valor de integrar el arte en la enseñanza de las ciencias.

Y otro ejemplo, desde un reporte sobre el tema/
"Reaching students through STEM and the arts"

En el terreno académico, una estudiante de comunicación científica en la Universidad de Cornell realizó una experiencia valiosa.  "Across the great divide: Boundaries and boundary objetcs in art and science". En este caso es detacable la profesionalidad con la que desarrolló la experiencia y la describió en el artículo.


Creo que el cometido de Matt está lejos de ser logrado. Mientras tanto, el arte científico gana terreno y nosotros, más los que somos fans del "sciart" podemos disfrutar y aprender de las experiencias. Voy a tratar de ser una entre quienes "probemos" la efectividad del arte, o como me gusta decirle, la expresión creativa en sus diversos formatos, para comunicar y comprender mejor los fenómenos que nos rodean, también científicos.

La meta es más y mejor comunicación y allí está el arte científico o #sciart*; la meta es cada vez más  ciudadanos que se acercan al fascinante mundo de "esa cosa llamada ciencia", que se sienten identificados por la cultura científica, o mejor, ven la ciencia como parte de la cultura.

Salut #Sciart!

*# Éste símbolo es lo que precede a las letras que conforman una etiqueta o hashtag en la red social twitter
Para encontrar sciart, una sugerencia: ver la reciente comunidad G+ de sciart :)

Enlaces realcionados: Visualizing science: Seeing Unseen forms