Por primera vez, la red internacional PCST de comunicación de la ciencia y la tecnología se reunió en Latinoamérica. En 2014, su congreso bienal fue en Salvador de Bahía, entre el 5 y el 8 de Mayo.
Durante 4 días cerca de 500 asistentes nos cruzamos por lo pasillos del hotel donde sucedieron cerca de 100 presentaciones simultáneas. Posters, workshops, paneles de discusión, talleres, exposiciones, todas intentando transmitir "la ciencia de la comunicación de la ciencia".
Fue difícil elegir a cuál asistir, pues además del número, muchas presentaciones prometían ser interesantes.
Desde mi visión subjetiva, relativamente joven y latinoamericana, lo mejor del evento fueron el espíritu renovador y la gente que conocí. Ojalá ése espíritu se contagie y se materialice en nuevas formas de hacer comunicación y democratizar el conocimiento.
Así lo sentí. El primer día ya se respiraban aires de revolución, como en la síntesis que hizo uno de los moderadores, Maarten van der Sanen, en el tercer encuentro de estudiantes de posgrado en comunicación científica: revolution and "provocators", dos buenas palabras que surgieron de nuestro grupo de discusión. Revolution, porque necesitamos renovar y mejorar los enfoques y metodologías de investigación en comunicación científica. Provocators, muchos provocadores, para sostener una lista de mail de investigadores y foros de discusión en la web.
El primer día también lo marcó la juventud y lo hispano, lo castellano, ¿cómo decirlo? porque en el taller de social media sólo dos asistentes eran nativos del idioma Inglés. ¡Al fin somos primeros en algo!" se leyó en un tweet con el hashtag #PCST2014ws.
Éramos cerca de 50 personas e hicimos grupos para discutir y plantear formas de utilizar las redes sociales para hacer la comunicación más "inclusiva". Fue de la experiencias que más me hizo reflexionar en base a lo que sucedió, en vez de lo que se discutió.
Para empezar, era un taller de social media y mucha gente no conocía los media. Yo misma desconocía el Vine, un programa para hacer videos muy cortos, en loop. La mayoría de la gente estaba tímida o apática y no tenía muchas ideas creativas para compartir, al menos no así de rápido y sin conocer a nadie. Eso resultó en que algunos más atrevidos, nos propusiéramos como coordinadores de un grupo de discusión y creación, sobre un medio en particular. A mi me tocó "creación colectiva".
En el grupo debíamos comunicar algo, crear un producto que se tornara viral en internet. Planteamos varias ideas y más tarde salimos a buscar aprobación y apoyo de la organización y del hotel sin suerte; llevarlas a cabo fue todo un desafío y algo que lamentablemente quedó inconcluso.
¿Cómo hacer algo viral sin introducir un elemento de sorpresa, atípico o atrevido? No lo logramos. Ni siquiera en twitter. Resultó que incluso muchos de los asistentes, sino la mayoría, quienes luego comprobamos, fueron más con la idea de aprender y recibir información que de crear, ni siquiera twitteaban o tenían facebook o instagram. Entonces, lo bueno fue tomar consciencia del alcance real que tenían las redes sociales, al menos hasta ese momento, entre los asistentes del congreso.
De todas formas algo producimos, lo que compartiré en otra nota llamada "rephrase PCST". Ese mismo día además, me llevé lo mejor, parte de los colegas inolvidables que conocí en PCST Bahía: la coordinadora del taller Claudia Goëbel, los integrantes del grupo de monólogos de ciencia "TheBigVanTheory" y la emprendedora y el amigo Unesco que los llevaron, @margagual y @efpolcuch.
A todos ellos y todos quienes vivieron el congreso con un espíritu joven y sinceramente "inclusivo" ¡Gracias!
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